Las enfermedades mentales se distinguen según diferentes aspectos disfuncionales observados en la persona. Entre las sintomatologías frecuentes destaca el sufrimiento, aislamiento social, agresividad, euforia, depresión, orientación a la realidad empobrecida, labilidad emocional, comportamientos erráticos,… Los musicoterapeutas ponemos la música al servicio de las personas, utilizamos los recursos que ofrece la música para ayudar a las personas a vivir mejor, a abordar sus problemas mediante vías alternativas a la medicación y a la terapia verbal.
En el contexto terapéutico, el paciente crea y fortalece vínculos sociales con otras personas y genera un sentimiento de pertenencia al grupo de individuos que tienen algo en común. En la intervención pueden potenciarse habilidades comunicativas, apoyo y afecto hacia los demás, augurando la convivencia satisfactoria. La socialización favorece la participación colecticva y el reconocimiento de valores entre los compañeros del grupo. La experiencia terapéutica musical favorece la recuperación del sentimiento de utilidad de la persona y afianza sus expectativas de futuro.